El 23 de enero de 2023, hace casi un año y medio, Jerónimo Moya firmaba el contrato de arrendamiento de una nave de 1.000 metros en el Agua Salada donde iba a trasladarse la empresa Croqueta y Diva.
Contrato de 3 años, con 1 de prórroga. Canon anual de arrendamiento de 31.000 €. Obligación de contratar un seguro de responsabilidad y otro de más de 300.000 € para garantizar el bien arrendado, con el Ayuntamiento como beneficiario.
El pliego dice que ‘el adjudicatario se obliga a correr con todos los gastos de energía, agua,… así como reparaciones, instalaciones y demás que sean necesarios para el proceso de la empresa.’ Y en la siguiente página que ‘el arrendatario podrá resolver el contrato’ por ‘la no realización por el arrendador de las reparaciones que no sean obligación del arrendatario’, apunte pertinente.
Y bien, en Semana Santa nos llegan rumores de que esta empresa se marcha de Cehegín. Que tras hacer una gran inversión en la nave se produjeron filtraciones graves por las lluvias que impedían usarla; que no podían cancelar el contrato y la empresa tenía que seguir pagando el alquiler; que nadie planteaba una solución y este asunto iba a acabar en los tribunales.
Intentamos recabar información de manera informal, pero no sacamos nada en claro. Que pidiéramos acceso al expediente, nos recomendó el secretario. Lo hicimos a mediados del pasado mes, nos autorizaron acceso el 24 de abril, y desde entonces estamos esperando.
Dice el PSOE que ‘la alcaldesa condena a las empresas a marcharse’. Muy sectario hay que ser para pensar que los otros, los malos, quieren que las empresas se vayan. También para defender los ‘frutos’ del equipo de gobierno, pues parecen estar bastante amargos. ¿O será Jero el responsable? Todo preparado para el baile de culpas.
Sin información es difícil entender qué está sucediendo o aportar soluciones. Y seguimos sin ella, pues a diferencia de lo que algunos piensan, cuando pides papeles en ocasiones no aparecen, o tardan. Súmale que nuestro voto no cuenta. ¿Para qué contarnos nada? De momento, solo nos queda desear que quienes sí saben encuentren la mejor solución al problema. Veremos.