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Alto, policía.

Compartimos la publicación realizada por Circulo Podemos Cehegín en la que hacen público que los miembros de la Policía Local de Cehegín están presuntamente utilizando las bajas laborales como medio de protesta. Esta situación comentan que no es puntual y que ha dado lugar a situaciones tan graves como la acontecida el pasado fin de semana, en la que no había ningún policía de servicio que pudiera atender el accidente acaecido en la carretera de Cañada de Canara.

Os dejamos al final el enlace a la publicación de su perfil de Facebook y el texto íntegro. Pero antes de nada querríamos aportar los siguientes comentarios.

  1. Es lamentable que sucesos tan graves como estos, que afectan a uno de los principales servicios públicos de la localidad, tengan que darse a conocer de este modo. La transparencia política es también dar a conocer estas situaciones a los ciudadanos. No la hay, algo que es responsabilidad de todos los partidos con representación. El periodismo político, que debe actuar como contrapoder, tampoco existe.
  2. El coste anual de la Policía Local, solo en salarios, supera el millón y medio de euros al año. Un dinero que pagamos entre todos. Un personal con unas condiciones laborales envidiables, máxime si las comparamos con la de aquellas personas que en el municipio, como trabajadores autónomos o por cuenta ajena, sostenemos económicamente este servicio.
  3. Instamos al equipo de gobierno a promover de forma inmediata una rueda de prensa en la que la concejala de seguridad ciudadana, el jefe de la policía local y un representante de los policías en rebeldía manifiesten su punto de vista sobre esta situación, sus reclamaciones a las distintas partes y las acciones que se están llevando a cabo, tanto para solventar la situación como para impedir que el servicio de seguridad vuelva a quedar desatendido en el municipio.

TEXTO ÍNTEGRO PUBLICACIÓN CÍRCULO PODEMOS CEHEGÍN

¿LUCHA POR DERECHOS O INDECENCIA?
“Si no considero más que la fuerza y el efecto que produce, diré: mientras que un pueblo se ve forzado a obedecer, hace bien, si obedece; tan pronto como puede sacudir el yugo, si lo sacude, obra mucho mejor…”
Con estas bellas palabras, comienza Jean Jaques Rousseau su Contrato social. Entre otras cosas, pretende transmitir que la lucha es legítima cuando se está siendo oprimido. Es decir, no eres un esquirol si cumples con un trabajo precario por el hecho mismo de cubrir las necesidades básicas. Pero, del mismo modo, no eres un delincuente cuando emprendes, en el mismo momento en que se tiene oportunidad, las acciones necesarias para salir de esa situación y reivindicar tu dignidad. El problema es que algunos oyen campanas y no saben por dónde repican. Algunos confunden términos y emprenden luchas ilegítimas con las que, lejos de reivindicar su dignidad, refuerzan ampliamente su posición indigna ante las situaciones que nos va presentando la vida. Y, si no, juzgue usted mismo querido lector.
El pasado fin de semana, ocurrió un accidente de tráfico en la carretera de Cañada de Canara del municipio de Cehegín. Tras atender apresuradamente a los heridos del mismo – porque los había – y al atrapado en uno de los vehículos – que también lo había – se dio aviso telefónico al centro de coordinación de emergencias de la Región de Murcia (112). ¡Cuál es la sorpresa cuando responden a los llamantes que no hay Policía Local en el municipio! Ni un solo policía local en todo el pueblo en el servicio de noche. Han leído bien, no es que la patrulla estuviera atendiendo otro menester, sino que, directamente, ningún agente había acudido a trabajar esa noche. Ante tal escenario, los llamantes se hicieron cargo de la situación hasta la llegada inmediata – todo hay que decirlo – de los servicios sanitarios del municipio y, pocos minutos después, de los bomberos del consorcio de Caravaca de la Cruz. Ambos colectivos actuaron, como nos tienen acostumbrados, con la profesionalidad que los caracteriza.
Sin dar crédito a lo ocurrido, pudiéramos pensar que se trata de un hecho aislado provocado, quizá, por la falta de personal consecuencia de la pandemia en la que aún andamos inmersos. Podría ocurrir que se tratara de una excepción que no pudo ser prevista ni resuelta en tiempo y forma para que el municipio de Cehegín no quedara privado de la seguridad local que merece. Fuera como fuese, el impulso para averiguar cuál pudo ser el motivo de tal despropósito fue inevitable y, tras consultar en determinados foros resulta que – ¡atención! – no era la primera vez que ocurría.
Al parecer, para la Policía Local es una acción recurrente el dejar de atender sus obligaciones. Nos consta que, en Nochebuena, no hubo tampoco patrulla. Casi nada. Imaginen por un momento que, tanto médicos como bomberos, decidieran actuar del mismo modo. Cuesta, ¿verdad?
Si no supiéramos que existe en este municipio una plantilla de Policía Local de treinta y dos miembros, cada uno de los cuales ingresa una cantidad mensual bastante generosa (justa a mi juicio, pero generosa); si no supiéramos que su jornada laboral está distribuida en servicios de ocho horas con un cuadrante de siete días seguidos trabajados y siete libres (lo cual queda por debajo de las horas anuales que deben trabajar); y si no supiéramos, asimismo, que el Ayuntamiento no ha escatimado en gastos para amortizar cuantos servicios extraordinarios han sido necesarios, esto es, los que se realizan fuera de esa jornada laboral – a pesar de no cubrir las horas anuales que les corresponden – un gasto que ha rondado los cien mil euros, si no ha sido más, en el pasado año; si, como digo, no supiéramos todo esto, la respuesta a nuestra pregunta hubiera sido menos dolorosa.
El caso es que, al parecer, los agentes de la Policía Local de Cehegín, se encuentran en lucha con el Ayuntamiento, y su manera de protestar queda muy lejos de lo que propone Rousseau. Parece que no tienen claro cuál es el objetivo de su lucha, porque no han advertido que las medidas que han elegido para la misma son absolutamente ilegítimas, ya que desprotegen al pueblo que les garantiza esos sueldos tan generosos. A quienes desprotegen, no han dejado de pagar sus impuestos para que, todos los primeros de mes, los mismos que descuidan sus quehaceres, reciban sin falta su sustento. Quiero pensar que no es cierto, pero también se rumorea que no es esta la única forma de protestar, sino que, además, se han propuesto formular cuantas más denuncias de tráfico mejor para, de esta forma, presionar al Ayuntamiento a través del ciudadano. Es otra forma de presión que perjudica solo a quien cumple religiosamente con los impuestos que, entre otros, a ellos se destinan.
Pues en esas estamos, los funcionarios públicos encargados de nuestra seguridad utilizan la baja laboral para protestar porque, si no son erróneas nuestras fuentes, no están dispuestos a trabajar las horas que exige la ley. Deben pensar que, al contrario que el resto de ciudadanos, tienen derecho a trabajar menos horas. Aunque esto ya sería lo de menos, lo más importante es que las armas que utilizan son absolutamente injustas, ya que solo perjudica a los ciudadanos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales y que, repito, a ellos les repercuten positivamente.
Nos gustaría pensar que no todos apoyan esta forma de proceder, sin ir más lejos, nos consta – y no sería justo obviarlo – que el jefe de la Policía Local de Cehegín está absolutamente en contra de esta maniobra. Y, con él, seguramente, habrá otros miembros de esta plantilla que verán en esta forma de hacer las cosas una actitud miserable para con el municipio de Cehegín – cada cual sabe si debe darse por aludido -. Eso sí, se echa de menos que, si no están a favor de esas prácticas, se pronuncien en contra de las mismas. De lo contrario, tenemos todo el derecho del mundo a, como ciudadanos, pensar que están con ellos desde la omisión.
No obstante, no nos cabe duda de que no debe ser nada fácil intentar posicionarse en contra de esta maniobra, habida cuenta del alto porcentaje de apoyo a la misma por parte de la plantilla. Desde luego, es algo a tener en cuenta. Aun así, esta situación es de tal gravedad, que lamentablemente salpica a todos sin excepción, otro motivo más para pensarse seriamente seguir por este camino. Y decimos que salpica a todos porque, aunque probablemente desde el Ayuntamiento, sus gestores, estén haciendo todo lo que esté en su mano para evitar este despropósito, desgraciadamente son ellos los responsables y es nuestra obligación exigirles soluciones.
En conclusión, y con la sospecha de que nuestro ruego será inútil, les pedimos, como ciudadanos del municipio que deben proteger, a quienes crean que esta es la forma correcta de proceder, que reflexionen, que abandonen esta práctica miserable por injusta, y vuelvan a la decencia. Sigan a Rousseau y, si consideran que deben protestar, háganlo cuando terminen de cumplir con su obligación que, además de legal, es absolutamente moral.

1 comentario en «Alto, policía.»

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