Ayer, día 25 de septiembre, el PSOE pedía al alcalde la destitución inmediata del concejal de juventud y deportes por una publicación compartida en redes sociales considerando que atacaba ‘al desarrollo de los niños y niñas’, ahondaba ‘en discriminaciones históricas’ y era contraria a conseguir ‘un mundo de personas libres e iguales en la diversidad’.

En este enlace puedes ver la publicación original, que iba acompañada de la siguiente imagen. Una publicación creada el 4 de septiembre por Danay Chente Chirino, supuestamente una cubana afincada en Houston. Cuenta con 20.000 reacciones y ha sido compartida por más de 26.000 personas, una de ellas el mencionado concejal. La imagen puede encontrarse en diversas publicaciones en fechas anteriores.

En la publicación afirma que cuando su hijo sea mayor de edad podrá elegir si quiere ser vegetariano, mujer o vampiro. Que le enseñará que Dios creó al hombre, empezando por Adán. Y que ‘una cosa es enseñar a respetar las decisiones de las personas’ y otra ‘que te obliguen a pensar como aquellas personas que deciden cierta opción’.

Libertad, igualdad, respeto,… conceptos muy complejos tratados a la ligera. ¿En qué momento podemos hablar de personas? ¿Bajo qué criterios damos por alcanzada la capacidad de juicio y dotamos al joven, ahora adulto, de una autonomía hasta entonces supeditada al buen designio de los tutores legales?

¿Qué obligaciones de estos son ineludibles y cómo se imponen? Tutores que son responsables del porvenir de sus hijos, no propietarios de este. ¿Y qué legitimidad tiene el estado para intervenir en ese proceso de adquisición de autonomía? Porque ¿es justo dar más potestad a otras personas o colectivos que a los propios padres?

Entendemos que el concejal comparte las palabras de Danay Chente (curioso referente el elegido) afirmando que enseñará a sus hijos que Dios creó al hombre… pero que no hay que obligar a nadie a pensar de una forma u otra. Que hay que enseñar a respetar las decisiones de las personas, ya sea ser ‘vegetariano, vestir como una mujer, cambiar de sexo’ o ‘ser caníbal, vampiro o un árbol’. Máximo respeto por los vampiros vegetarianos.

Dice el PSOE que la sociedad lucha por un mundo de igualdad en la diversidad… y de bondad en la malicia, de riqueza en la pobreza y de salud en la enfermedad. Que ellos ya sabían cuáles eran las ideas del concejal ‘sobre la igualdad’ y que ‘no puede compartir públicamente afirmaciones que rezuman odio’. Hay que cortarle la cabeza por expresar su opinión. Discriminar de otra manera lo llamarán.

Desde nuestra formación queremos defender la libertad de expresión como derecho fundamental, recogido en el artículo 11 de La Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 20 de la Constitución Española. Un derecho solo limitado por la Ley, cuyo ejercicio debería estimularse, no ser restringido o estigmatizado socialmente.

Reivindicamos el derecho de toda persona a publicar cualquier texto, diciendo lo que sea. Aunque parezca escrito por un niño y esté acompañado de una imagen de mal gusto y que resulte ofensiva. El derecho de cualquier concejal a compartir las publicaciones que considere oportunas. El derecho del PSOE a usar este asunto para buscar rédito político. El derecho de todos los vecinos de Cehegín a expresar su opinión sobre estas acciones.

Una concejalía que tiene unas pérdidas anuales de más de 400.000 € (solo atendiendo a lo que cuesta el personal y lo que se ingresa por cuotas), que sacaba pecho en pandemia por tener a los trabajadores cobrando el sueldo íntegro sin trabajar o que no publica información estadística sobre el servicio, haciendo caso omiso a la recomendación de la Ley de Transparencia. Quizás estaría mejor centrarse en esos temas.

Un PSOE que ve más importante este asunto que el que el Ayuntamiento lleve más de 6 semanas sin publicar un contrato público o que Cehegín fuera en agosto el 2º municipio de la Región con mayor tasa de paro, solo por detrás de Moratalla. Por no entrar en los 11,5 millones de deuda, las subidas de impuestos que PP, PSOE y C’s han planteado para la próxima década, la despoblación, que nadie quiera invertir en Cehegín o el gasto electoralista de dinero público.

Nosotros también tenemos derecho a expresar nuestra opinión. Y es que, sabiendo como sabéis la situación real del municipio, sois todos una banda de irresponsables.