El debate con la cuenta de 2023 es muy sencillo. Si contamos el préstamo de 3.363.000 € todo va bien. Si no lo contamos todo va mal. Cada cuál se agarra al cuento que más le conviene. Pero para tragarse el cuento hay que esconder las cuentas.

Entre 2022 y 2023 se firmaron 7.160.000 € en préstamos con los que refinanciar los pagos de deuda pendientes, asumir sentencias judiciales por los desmanes del pasado, y pagar las facturas acumuladas en los cajones, que unos y otros dejan como herencia cuando dejan el mando.

El pasado es el que es, el presente es el que es. Y para que el futuro no sea el mismo habrá que hacer cambios. Citamos más de 2 millones de potenciales recortes que no afectan a servicios básicos. Pero ni caso. Mejor mentir al Ministerio que recortar. Mejor seguir igual… a no ser que dirija yo el barco.

Hay que recortar, y no porque nosotros lo digamos. Lo dice el Ministerio, los informes técnicos y lo entiende cualquiera que sea un poco sensato. Pero que recorte otro, yo no que no la culpa no es mía. ¿Yo voy a quedar mal? Queda mal tú, que la responsabilidad es tuya. A mi qué me estás contando.

Es curioso que ‘por responsabilidad’ el PP y PSOE acuerden modificar el presupuesto para incluir 157.000 € para mejorar instalaciones deportivas. Con todas las necesidades básicas que hay pendientes de atender, con el pastel que tenemos encima por las lluvias… y esto es lo prioritario.

Con más de 70.000 € de luz de facturas del año pasado, que habrá que pagar con intereses. Con Iberdrola mandando cartas amenazando con cortar la luz, como en cualquier casa o empresa, dice el concejal. Y ni una bombilla se puede apagar, no se vean oscuras las caras. Queda claro.

Con el apaño contable que hicieron para engañar al Ministerio, pendiente de arreglar, que ha dejado 400.000 € de agua pendiente de pago a la Mancomunidad. Al menos eso no volverá a pasar… pero el pastel sigue encima de la mesa. Y habrá que arreglarlo.

Esto es un circo, efectivamente. Hay muy pocas ganas de llegar a acuerdos, de encontrar soluciones, de hacer recortes y tener que explicarlos. Lo único que importa es quedar bien y que el otro quede mal, que en dos años vuelve el juego. Que siga el espectáculo.