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Gestiona Cehegín

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La Muralla de Camelot

En abril de 2019 el PSOE anuncia obras en La Muralla. Un proyecto de 48.400 €, de los que el Ayuntamiento pagó 24.200 €, el resto la CARM. En nota de prensa explicaban que esta inversión permitiría sacar el hotel a concurso público.

¡Que se abra!, exigen desde la oposición, entre otras muchas cosas. Que se arregle todo, ya, sin explicar cómo. Balones al área. Así todos los goles serán ‘gracias al grupo municipal socialista’, que puso el centro. Gracias PSOE.

Las obras acabaron, pero La Muralla siguió cerrada. Se les pasó que los papeles no estaban en regla o que, por lo que se comenta, faltaba gastar 250.000 € más para poder abrirla. Y como no hay dinero Jerónimo Moya negoció dárselo al propietario del Camelot y reducir así el precio de adquisición de la sala. Eso dice ahora en 2024.

Porque en 2023 decía que la vendería, pero para invertir en el casco histórico. Y al firmar con el PP el pacto de gobierno, que la abriría siendo municipal. Cambios de opinión, pero bien, en plan municipalista, independiente y sin ideología.

Centrémonos en el de hoy. Si el Camelot cuesta 1 millón de euros, yo te doy La Muralla sin arreglar y 550.000 € y todo arreglado, ¿no? Nos quitamos el muerto y el pueblo gana un hotel. Y ese dinero lo pagamos en 8 años, a 70.000 € por año. Lo mismo da pagar un poco más.

Pero… ¿Y la inversión en el Camelot? Porque si hay problemas de seguridad habrá que abordarlos. Que sea menos del 1.390.000 € que dice el PP. ¿Cuánto? ¿Ese dinero sí está? Cambiar un hotel que no puede abrir por una sala que no puede abrir parece que poco arregla.

Sea como sea, que se venda La Muralla. Que sea de gestión privada, que a la vista quedan las bondades de su gestión pública. Pero insistimos, los problemas de Cehegín son otros, y parecen interesar menos al PSOE, a X Cehegín y a un PP que ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo.

Ajustar las cuentas, reducir la deuda para quitarnos el Plan de Ajuste, reestructurar el modelo de gasto y personal para centrarlo en la correcta gestión de los servicios básicos, bajar impuestos para atraer a empresas que generen empleo,… ¿Para cuándo?