En los procesos participativos tradicionales los ciudadanos eligen entre las distintas propuestas que se enmarcan dentro de las condiciones del presupuesto participativo. La propuesta o propuestas con más votos se llevan a cabo. El resto se desechan. Esta forma de participación puede generar resultados muy curiosos que llevan a cuestionar el nivel democrático de estos procesos.
Veamos por ejemplo la experiencia de presupuestos “participativos” (que no lo son) desarrollada este año con los jóvenes del municipio. Las dos propuestas más votadas suman 308 votos entra ambas y tienen un coste total de 17.200€. En cambio si nos fijamos en las propuestas de menor valor (menos de 1.000€) vemos que son 25, que han recibido en total 420 votos y que el coste de todas ellas es de 15.214€. Se han seleccionado las dos propuestas más votadas.
Desde Gestiona creemos que existen alternativas más democráticas y justas. Por ello proponemos un sistema de participación novedoso en base a lo que se conoce como crowdfunding: el presupuesto participativo se divide por igual entre todos los vecinos; a través de una plataforma online cada persona puede asignar el dinero que gestiona al proyecto o proyectos que decida; y cuando un proyecto se financie de forma completa será cuando se lleve a cabo. Sencillo.
De esto modo conseguimos una proporción igualitaria entre el coste del proyecto y el apoyo social que necesita, respetando la voluntad de todos por igual. Los grandes proyectos necesitarían el apoyo de casi todo el pueblo. Los pequeños proyectos, en cambio, podrán ser financiados entre un pequeño grupo de vecinos. Y eso no es todo, también complementamos ese modelo con un sistema de representación política que agilice la interacción y resuelva los escasos porcentajes de participación. Pero eso para otro día.